Una oscura libertad: nuestra naturaleza original (ft. Pablo d'Ors y Rousseau)

Nacemos limpios. Nacemos puros. Nacemos vacíos, que es otra forma de decir que en realidad nacemos llenos. Llenos de vacío. Y llenos de pureza y porvenir. Esto mismo opinaba Rousseau, quien dijo aquello de que «prefiero una oscura libertad a una brillante esclavitud», y quine, además, veía una conexión clara entre la inferioridad social y la superioridad moral. El niño, el recién nacido, encarnaría, sin saberlo, esa superioridad moral que exige como requisito precisamente la más completa ignorancia. Quien es superior está indefenso. El más vulnerable es el más fuerte. Paradojas de la existencia. La misma existencia que fue dañando, poco a poco, ese territorio virgen que éramos al nacer.
 
¿Está todo perdido? ¿No persiste en algún rincón de nosotros aquella primera inocencia? Aquella naturaleza original aún la llevamos dentro, como un superviviente, a pesar de los constantes naufragios a los que lo hemos sometido. Nuestros vicios, nuestras sospechas, nuestros recelos, nuestros pensamientos tóxicos, nuestra vanidad.
 
Nos olvidamos de aquella naturaleza original, nos olvidamos de nosotros mismos, porque hemos dejado de creer en la belleza y en el bien. Porque hemos dejado de ser niños. Por eso necesitamos que alguien venga a recordárnoslo. Alguien que nos mantenga conectados a la vida. Tan solo necesitamos decir sí. Decir sí, aunque no lo entendamos. No resistirnos. Dejarnos ser y dejarnos vivir como lo que somos: puentes entre otros, transmisores de los demás. En cierto modo, debemos perdernos para que exista el otro. Al eliminarnos, iluminamos otra vida. O, dicho de otro modo: para alumbrar otro ser, debemos renunciar a nosotros. Porque solo el vacío es verdaderamente fecundo.
 
Al decir sí al otro, compensamos y sanamos ese gran no en que se fue profanando nuestra inocencia. Conciliar con otro cuerpo es reconciliarse con el propio. Y en cada reconciliación avanzamos más en la comprensión de nosotros mismos, es decir, en la comprensión del mundo.
 
 

 


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