Buscando a Susan, desesperadamente (Susan Seidelman, 1985)
Truño. El único aliciente es ver a Rosanna Arquette -bueno y todo el desfile de chaquetas toreras años 80 y vídeos VHS-, aunque en su momento este film prescindible fue famoso por la aparición del pendón de Madonna justo antes de que su caché se desorbitara con el boom de Like a virgin.
Mujer casada lleva una vida matrimonial aburridísima y busca un cambio involucrándose -muy torpemente, exigencia de un mal guión- en un extraño caso de asesinato con suplantación de personalidad. Además, alguien con pinta de malo busca unos pendientes muy caros que, accidentalmente, cuelgan de los lóbulos de Rosanna Arquette -o algo así, vi la película mientras leía. Mientras tanto le da tiempo a enamorarse de alguien menos idiota que su marido.
En esa búsqueda del enredo más o menos cómico, tiene cierto parecido con After hours (traducida infamemente como ¡Jo, qué noche!), curiosamente las dos son del mismo año y en las dos aparece la Arquette, pero ésta es de Scorsese y eso debe notarse.
Creo que el clímax oculto de la película está casi al final cuando Rosanna Arquette y Madonna por fin se conocen cara a cara. No habría pasado nada si al final acaba siendo una historia entre dos lesbianas a lo Mulholland Drive.
Enredos de rubias, anuncios en la sección de contactos del periódico, música de Madonna, un gato y un marido que vende bañeras. Todo un planazo para un sábado por la tarde.
Truño: caca, zurullo, residuo fecal de tamaño considerable.
ResponderEliminarImpecable análisis.