Erizo y la insatisfacción: Plegaria para pirómanos (2)

«¿No es eso lo propio de la literatura? Dejarnos levemente insatisfechos?»

Erizo trata de justificar su fracaso elaborando –improvisando– una salvadora teoría del fracaso, este siempre tan socorrido, tan mindfullness, tan resiliente. El recurso no deja de tener su aquel: invocar justo lo que se quiere desterrar. Mentar la bicha para ahuyentarla. Pero sí. Al margen estratagemas más propias del editor y del comercial (los otros nombres del escritor), hay un prurito de insatisfacción en la propia palabra, que no termina de vehicular la vertiginosa intimidad del mundo. Corrijo: que no da abasto. Es una cuestión de velocidad. De eficiencia. Es un agujero negro (la literatura) en el que zambullirse y del que volver ojerosos, pletóricos pero inacabados. Igualito que la vida.



Comentarios

Entradas populares