Plegaria para pirómanos, Eloy Tizón


Agradezco a este libro haber reforzado mi afinidad lectora con Juan Marques, con quien coincido punto por punto cuando habla del «agotador afán de brillantez» o con esa «poesía derramada», que por sí sola justifica su lectura, o de esta literatura «demasiado consciente de sí misma»; algo que a Juan puede producirle fatiga e irritación y a mí enervamiento. Afecciones que tienen como remedio una paciencia para la que, por desgracia, ya no estoy dotado. Un libro de hallazgos sobresalientes que se me desmorona casi de forma acusadora ante mis ojos somnolientos pero, eso sí, agradecidos.

Comentarios

Entradas populares