'Intimidad', Raymond Carver

Toda la legión de autores que practican ese embolado de la autoficción, es decir, todos los que escriben algo, deberían considerar este relato de Carver como musiquilla de fondo en sus vidas. El parloteo incesante de la exmujer abandonada y literaturizada (¿lo uno para lo otro?), su reproche sostenido, en fin, es el reproche unánime de cuantos se han visto o se verán reducidos a hoja escrita. Esa nómina expiatoria o ese elenco decorativo que viene a ser la manutención argumental del escritor, reducido también a hoja escrita, pues no es otro su destino, terco y paralizado en un infantil mutismo como el narrador protagonista, en busca, quién sabe, de perdón o de la limosna narrativa del parasitismo literario al que queda minaturizada (jibarizada) la existencia, esa terapia ombliguista tan vivamente celebrada.